domingo, febrero 23, 2003

NUESTRA POSICIÓN FRENTE A LA GUERRA

En los últimos meses hemos visto crecer las tensiones alrededor del conflicto focalizado, por el gobierno de George W. Bush, en los riesgos que representa Saddan Hussein para el mundo.

Esta es la segunda etapa de la "cruzada" contra el terrorismo, primero, y contra el "eje del mal", después, iniciada luego de los brutales atentados del 11 de Setiembre de 2001 en New York.

Los atentados fueron perpretados, en lo inmediato, por Al Qaeda, según la evidencia que se ha hecho pública, mediante un comando integrado por súbditos sauditas.

Y si sus consecuencias directas fueron terribles, lo que verdaderamente asusta, es que condujo al gobierno de Estados Unidos a considerar a las libertades individuales como armas potenciales del enemigo, justificando, en los ataques a las torres, la mutilación de los derechos de sus propios ciudadanos, que habían sido desde siempre la bandera que hizo de USA el baluarte de la libertad en el mundo.

Asombrosamente, el gobierno de Estados Unidos, pareció hacer triunfar al terror, al responder con la eliminación de sus aspectos más valiosos: las libertades individuales.

Nadie ha respondido a las dudas sobre la existencia de otros inspiradores (además de Al Qaeda), ni se ha profundizado la investigación (o al menos, no se lo ha hecho en forma pública) alrededor de la cantidad de cabos sueltos y de indicios que sugieren la participación de otros sectores del poder mundial.

Agotada la guerra en contra de Afganistán, sin que se pudiera conseguir el objetivo de destruir a Osama Ben Laden (que habría huído, usando el recurso sencillo de ceder su teléfono satelital a un ayudante, con lo que logró no ser detectado por el sistema de vigilancia electrónica), y ante la poca consistencia que mostraba esa temible red de asesinos internacionales, se hacía necesario encontrar rápidamente a otro enemigo.

Saddan Hussein, dictador brutal y sobreviviente de la Guerra del Golfo, fue el elegido para ser destinatario del segundo paso de la ofensiva, tratando de asociar a Irak con Al Qaeda, a pesar de que el mismo gobierno norteamericano había reconocido tiempo atrás que unos y otros carecían de vínculos.

La atribución de integrar un "eje del mal" (nombre digno de haber sido extraído de la inquisición medioeval), pretendió ser argumento suficiente para como para intentar concitar la aprobación del mundo del mundo a esa supuesta campaña liberadora.

El grupo de gobierno en el poder en EEUU, un sector de integrantes del Partido Republicano directamente vinculados a la industria petrolera, y más lejanamente relacionados con la industria militar, hilvanó a partir del S11 un discurso que por momentos parecía salido de la pluma de un guionista.

Refutar argumentos de la realidad, suele ser difícil, pero mucho más difícil puede ser desmoronar las fantasías, cuando son articuladas desde el poder y validadas por él; en especial, cuando la invocación de pruebas secretas impide confrontar los argumentos con una realidad, que de ese modo se vuelve absolutamente elusiva, transformando el consenso en una cuestión de fe.

Una fe difícil de sostener, cuando aun no estan respondidas las preguntas respecto a las relaciones de colaboración y apoyo que Estados Unidos tuviera con Osama Ben Laden (cuando luchaba contra los rusos en Afganistán), o con Saddan Hussein (cuando le asitió, aún con armas químicas, cuando éste luchaba en contra de Irán).

¿Porqué aliados tan próximos de Estados Unidos, terminaron transformándose en sus feroces enemigos?

¿Cómo podríamos tener fe, si no nos han explicado que pasó con sus antiguos protegidos?

El gobierno que encabeza Saddan Hussein en Irak es, sin dudas, un gobierno brutal, que más allá de las diferentes visiones se ha mostrado a lo largo de los años como absolutamente indefendible.

Pero este no es el punto, porque en el mundo hubo, y hay, muchos gobiernos indefendibles que acaparan la atención de poca gente y que no han sido, por ese motivo, objeto de una agresión externa.

Entretanto, la restricción de sus derechos civiles que han asumido los ciudadanos norteamericanos (con mayor o menor consenso interno), por parte de su propio gobierno, pretende ser trasladada al resto del mundo, al que se quiere forzar a aceptar el punto de vista del grupo en el poder en USA, sin la más mínima consideración a principios de respeto mutuo.

No estamos de acuerdo.

Queremos volver al respeto a los derechos individuales que dieron a Estados Unidos el poder moral para modelar el mundo que conocemos, cuando la Francia Revolucionaria tomó los principios de la Declaración de la Independencia norteamericana.

Queremos volver al respeto a los piensan diferente a nosotros.

Y queremos colaborar a que la superioridad de un sistema sobre otro (si existiera), se muestre en la dinámica de sus propios hechos.

La democracia no se impone por medio de palizas.

Los que invocan el riesgo que representa Irak y sus armas de destrucción masiva, parecen olvidar que hoy son los Esatos Unidos los que están amenazando al mundo con un conflicto global, en el que incluso se considera la posibilidad de utilizar armamento atómico.

Vaya paradoja!

Es como pretender terminar con los caníbales, ¡¡¡ ...comiéndoselos a todos...!!!

Hasta la próxima.

Ignacio Gei

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